Un bangladesí que detonó una bomba en un abarrotado túnel del metro de Nueva York el 11 diciembre de 2017, inspirado por el grupo Estado Islámico (EI), fue sentenciado este jueves a cadena perpetua por un juez federal de Nueva York.

Aunque el ataque "finalmente fracasó", eso "no lo hace menos culpable", anunció el juez Richard Sullivan mientras emitía la sentencia en contra de Akayed Ullah, de 31 años.

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"Lo que hice el 11 de diciembre estuvo mal. Le puedo decir desde el fondo de mi corazón que lamento profundamente lo que hice", le explicó Ullah al juez antes de ser sentenciado.

La explosión sembró el pánico y trastornó el tráfico matutino durante la temporada alta de Navidad, seis semanas después de que el conductor de una camioneta alquilada, también inspirado también por el EI, matara a ocho personas en una ciclopista.

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Ullah construyó la bomba en su departamento, agregándole al dispositivo tornillos de metal y luces de Navidad, tras planificar el atentado durante varias semanas.

Una nota escrita a mano en donde se leía "Oh América muere de rabia", fue encontrada, junto con tubos de metal, cables y tornillos en su casa de Brooklyn, en Nueva York.

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Los fiscales pedían cadena perpetua para Ullah, un ciudadano de Bangladés que emigró a Estados Unidos en 2011 y que fue declarado culpable de seis delitos vinculados al atentado en noviembre de 2018, tras un juicio de una semana, según reportó  el New York Times.

Su abogada, Amy Gallicchio, pedía el mínimo obligatorio, 35 años de prisión para su cliente, al que describió como "un alma profundamente perturbada" que nunca cometió un delito hasta el día del ataque, y como "un hombre pacífico, no violento, un hermano, esposo y padre amoroso" explicó la defensora.

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