El pasado jueves, en Canadá, un grupo de manifestantes de la la ciudad de Winnipeg acudió a las calles para derribar las estatuas de la reina Victoria y de la reina Isabel II, tras descubrirse casi mil 100 restos de niños indígenas sin nombre, en los antiguos internados de la Columbia Británica y Saskatchewan, que fueron dirigidos principalmente por la Iglesia Católica y financiados por el gobierno.

Este hecho provocó que los canadienses se enfrentarán a su pasado colonial saliendo a manifestarse en contra de estos terribles actos. Se hallaron más de mil tumbas en los antiguos internados de la Columbia Británica y Saskatchewan, que fueron financiados principalmente por la Iglesia Católica y por el gobierno.

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Durante 165 años las escuelas separaban a la fuerza a los menores indígenas de sus familias, provocándoles desnutrición y abusando de ellos, tanto en lo físico como en lo sexual. El hecho es calificado como genocidio cultural por la Comisión de la Verdad y Reconciliación en 2015.

Los manifestantes salieron a la calle de la ciudad canadiense vestidos de naranja, pintando la estatua con manos de color rojo, posteriormente procederían a patearla y bailar a su alrededor.

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Las estatuas derribadas fueron la de la reina Victoria, quien reinó de 1837 a 1901, cuando el país era parte del imperio británico. La otra estatua fue la de la reina Isabel, quien es la actual jefa de estado del país.

A continuación el vídeo: 

  
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