Una historia se ha revivido en redes sociales luego de que internautas recordarán a la mujer cristiana que era pastora en una iglesia en Minnesota, Estados Unidos, y se convirtiera en stripper tras acudir a un evento de la comunidad LGBTIQ.

Se trata de Nikole Mitchell, de 36 años, quien en entrevista con el diario New York Post hace dos años, contó que había crecido durante su infancia y adolescencia en una familia conservadora y religiosa. "Siempre quise ser stripper, pero desde joven me hicieron creer que mis deseos y cuerpo eran pecaminosos y malos", declaró la mujer, quien ahora trabaja como bailarina erótica en OnlyFans.

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La mujer agregó que se casó y tuvo tres hijos, como lo aprendió de la religión. Sin embargo, en el tiempo que estuvo casada, acudió con su ahora exesposo a la Iglesia Woodland Hills en donde se promovía la igualdad de género y estaba a favor de la comunidad LGBTIQ.

"Me enseñaron que a las mujeres no se les permite liderar y que las mujeres deben estar en la cocina y con los niños", contó  y detalló que luego de ir a la iglesia quedó "alucinada" y "aunque iba en contra de todo lo que me dijeron, decidí convertirme [en pastor] por mi amor por la interpretación".

Mitchell, quien ahora se identifica como bisexual y pansexual, dijo que su verdadera identidad comenzó a revelarse cuando asistió a una función de teatro orientada a LGBT en 2016. "Pensé, 'Dios mío, no creo que sea heterosexual' y sacudió mi mundo. Sabía que si revelaba mi rareza lo perdería todo porque la iglesia no da la bienvenida a las personas queer", dijo.

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Tras permanecer en secreto su verdadera sexualidad y después de dar su primer sermón a mediados del 2017, Mitchell dejó la iglesia para siempre. Meses más tarde, la ex pastora empezó a seguir a la esposa de su entrenador de vida en Instagram la cual estaba modelando lencería. “Me desencadenó un poco, pero también me atrajo magnéticamente”, aseguró.

Mitchell sabía que quería profundizar en sus propios deseos por lo que pasó de una clase para expresar su sexualidad a una sesión de fotos desnuda. “Lloré porque nunca me había sentido más santa y sagrada en mi vida”, recordó. “Nunca me sentí más sexy y liberada que entonces”.

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Mitchell abrió años después una cuenta de OnlyFans donde publica fotos y videos explícitos a cambio de dinero. "Empecé muy tímida, como tomar fotos en topless, pero ahora llegué al punto en que tomo solicitudes personales y hago videos muy adaptados a los deseos específicos de las personas". Aseguró estar más feliz que nunca y recordó que "toda persona tiene derecho a expresarse de la manera que le parezca bien y así es como me siento bien".

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