Los padres de Ariana Sofía compraron un tanque de gas de 20 kilogramos, el 27 de agosto de 2019, el cual colocaron en la azotea del 939 de la avenida Caramelo Pérez, del municipio de Nezahualcóyotl.

El tanque fue puesto en la azotea sin conectarlo. Para las 14: 30 horas ocurriría el estallido, lanzándolo hasta el patio. Las llamas alcanzaron a la menor que se encontraba jugando en su casa de plástico y la explosión no sólo causaría daños materiales, sino que también el futuro de la niña y la estabilidad de su familia. Ariana pasaría más tiempo en el psicólogo y en el hospital que jugando.

Pese a que se interpuso la denuncia ante el Ministerio Público de la Perla, hasta la fecha Gas Reyes no se ha hecho cargo de los gastos de consultas, traslados, medicamentos, y demás gastos implicados en la recuperación de Ariana.

Discrepando que la carpeta de   investigación fue canalizada al Ministerio Público de Neza - Palacio, a su vez les cancelaron una reunión con el área jurídica de la empresa de Gas Reyes, seguido de una cita en el MP en la cual los afectados pedirán que la gasera indemnice y pague los daños causados hacía la menor.

La menor tuvo quemaduras en el 35 por ciento de su cuerpo, la intubaron por nueve días y ha pasado por el quirófano unas 25 veces, estando en terapia intensiva por 85 días en un hospital privado.

Sin duda, la vida de esta familia dio un giro de 180 grados, ya que no tienen descanso mental ni físico debido al trágico incidente.

La pequeña tendrá que ser intervenida hasta los 20 años de edad, esto se debe a que cuando Ariana vaya creciendo tendrá que ser intervenida para ir adecuando su piel  mediante injertos, debido a la elasticidad y longitud que vayan adoptando sus extremidades en su crecimiento.

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