
Este miércoles, 23 de junio, se cumplen veinticinco años del lanzamiento de una de las consolas mejor vendidas en la historia, el Nintendo 64. Nadie había pensado el salto gigantesco que Nintendo haría, pasando de 16 bits de Súper Nintendo a 64 bits del Nintendo 64, con una potencia gráfica característica que le permitió experimentar con videojuegos de tres dimensiones.

La consola, que debutó con el juego Súper Mario 64 en Japón, dejó de lado los mapas clásicos en 2D para ofrecer una experiencia más adictiva y con una exploración minuciosa en estos nuevos mundos.

Debido a estos nuevos escenarios, el control del Nintendo 64 fue uno de los más grandes avances ya que tuvo que acoplar un joystick que podía manipular al personaje en un entorno 3D, manejando 360 grados con exactitud. Ya no se trataba de un stick como el de los emuladores o el del Atari, además de que la consola contaba con multijugador al tener cuatro puertos.

Fue la consola que se mantuvo con videojuegos de cartucho, pese al auge de los CD's que fueron introducidos por la competencia, siendo ya memorable la acción de agarrar el cartucho, darle vuelta y soplar para quitarle el polvo.
