
Mauricio Ochmann compartió en entrevista con Don Francisco para CNN que tomar terapia fue algo que le ayudó a superar ciertas heridas de niño, entre ellas saber que había sido adoptado dos veces y que su madre biológica no quiso saber de él.
"Yo he trabajado mucho en mí, desde que conocí terapia ha sido como una canasta básica. Leche, huevos, terapia, muchos huevos para ir a terapia pero la recomiendo ampliamente. Yo soy producto de la terapia, gracias a la terapia logré encontrar esa confianza básica en mí", sentenció.
"Todo mundo tiene un papá, una mamá, un tío, un hermano, un abuelo, un algo que te da ese significado de familia y al final yo tuve que encontrar que yo soy mi propia madre, que yo soy mi propio padre, que yo soy mi adulto responsable", agregó.
En la misma conversación, Mauricio Ochmann relató que siendo un adolescente intentó saber quiénes fueron sus padres biológicos y de cierta forma reencontrarse con ellos, pero al enterarse que en la agencia donde lo dieron de adopción en Estados Unidos le informaron que su madre biológica jamás lo buscó, decidió dejar el tema por la paz y se prometió no volver a buscarla.
"Tomé la decisión de no seguir adelante por respeto a ella, y por realmente hacerme responsable de mí y de lo que a mí me había tocado como ser humano y vivir en esta vida, y bueno el día que ella quiera si algún día quiere en la agencia ya está el registro que yo intenté buscarla", señaló.
Mauricio Ochmann y el amor que siente por sus dos hijas
Al ser cuestionado sobre sus romances fallidos y la relación que tiene con sus dos hijas: Lorenza, de 17 años, fruto de su unión con la arquitecta María José del Valle Prieto, y Kailani, de 3 años, hija de Aislinn Derbez, Mauricio Ochmann se dijo muy afortunado de tenerlas, pues aunque la vida en pareja con las madres de ellas no funcionó, él trata de pasar tiempo de calidad y así construir una familia muy diferente a la que tuvo.
"Soy muy afortunado de conocer a las madres de mis hijas, son mis mejores amigas hoy por hoy. Yo creo que las relaciones son cíclicas, algunas duran toda la vida, otras no tanto y yo siento que el amor se transforma y el amor muta", expuso.
"He ido construyendo una familia maravillosa, mis hijas son lo más importante que tengo. El amor, la contención, la calidad de tiempo, el estar ahí siempre presente. Mis hijas saben que ahí estoy, lo más importante es ir haciendo familia", concluyó.