José Mourinho es un auténtico personaje en el mundo del fútbol y así lo volvió a demostrar en la final de la Europa League entre la Roma y el Sevilla, donde el técnico portugués ni si quiera se inmutó en el gol de Paulo Dybala que abrió el marcador en el Estadio Puskás Arena.
The Special One estuvo muy atento a la jugada que abrió el marcador a favor de La Loba. Sin embargo, cuando todos los jugadores de la banca saltaron a celebrar, se dio media vuelta y llamó a la calma para seguir atento a los detalles del partido.