Un comando armado ingresó la tarde de este domingo, 27 de febrero, a un velorio en el municipio de Marcos Castellanos, Michoacán, para sacar a un grupo de personas y luego ejecutarlas en la calle; cifras extraoficiales hablan de 17 personas muertas y varias lesionadas.
De acuerdo con el diario El Universal, quien cita fuentes de autoridades locales de seguridad, la cifra de muertos es de 17 personas, mismas que fueron ejecutadas afuera del domicilio donde se velaba a una persona en la localidad de San José de Gracia.
Un video que circula en redes muestra el momento en que los sujetos armados dispararon a las personas que estaban formados y con las manos arriba sobre una banqueta.
Los primeros reportes señalan que el comando armado arribó a un domicilio particular ubicado en la esquina que hacen las calles Galeana y Reforma, para luego sacar al grupo de personas y cometer la masacre.
El Universal detalló que algunos testimonios narraron que los sujetos armados eran habitantes de la cabecera municipal que tuvieron que huir por conflictos con sus antagónicos, por lo que regresaron a cobrar venganza.
Fiscalía de Michoacán no encuentra víctimas
Luego de lo sucedido en la tarde del domingo, la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) informó casi a medianoche que abrió una carpeta de Investigación y señaló que cuando acudió al lugar de la masacre, "el sitio se observaba recién lavado, no se localizaron víctimas; sin embargo, en una bolsa se encontraron envases de productos de limpieza"
"En el lugar se recolectaron cartuchos percutidos de armas de fuego calibres .9mm, 7.72, 5.56 y 45 mm. De igual forma, se aseguró una motocicleta y dos vehículos que tenían daños por disparo de arma de fuego", detalla el comunicado.
El personal de la Fiscalía, con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Guardia Nacional (GN) y Secretaría de Seguridad Pública (SSP), realiza diversos recorridos en las inmediaciones de la cabecera municipal, para localizar a posibles víctimas de la agresión que, tras los hechos, fueron retiradas del lugar por los propios agresores o personas relacionadas con ellos.
