El jugador venezolano, Yeferson Soteldo, sigue dando que hablar, pero, lamentablemente, no es por su calidad dentro del campo de juego, más bien es por sus constantes indisciplinas, lo que lo podría dejar fuera de las canchas por más de cuatro meses y convertirse en el gran dolor de cabeza del club Tigres de México, que es el dueño de su pase.
El ex Universidad de Chile se encuentra actualmente en el fútbol brasileño, precisamente en el Santos, en donde ha logrado un poco de regularidad, pero sigue siendo más noticia su actitud. De hecho, su última polémica le costaría una gran suspensión en Brasil.
En el duelo ante Gremio el 16 de abril, el venezolano agredió al árbitro antes de que finalizara el encuentro, lo que le costó la tarjeta roja. Pero no todo quedó ahí, ya que según señala la prensa de aquel país, Soteldo los habría agredido fuera de la cancha, precisamente en los camarines, lo que provocó que los silbantes lo denunciaran ante las autoridades.
El informe arbitral constata que el jugador violó el artículo que señala que “dar patadas o puntapiés, ajenos a la disputa del juego, de forma contundente o asumiendo el riesgo de causar daño o lesión a la persona afectada”, lo que le podría costar una sanción de entre seis y doce partidos.
Pero eso no es todo, ya que también pasó a llevar el artículo en donde se señala que el jugador tomó una conducta “contraria a la disciplina o a la ética deportiva, no tipificada por las demás normas de este Código”, por lo que podría ser sancionado con seis encuentros más.
El dolor de cabeza de Tigres
Si bien el jugador está en Santos, su pase aún pertenece al Tigres de México, lo que hace pensar que Yeferson Soteldo volverá a la Liga MX, ya que es poco probable que el cuadro brasileño ejerza la opción de compra que estaba estipulada.
Soteldo salió de los felinos por su mal desempeño, de hecho, solo jugó 19 partidos y anotó en una oportunidad, lo que fue la gran decepción del equipo, ya que llegaba como una de las figuras del Toronto FC de la MLS. Ahora tendrán que solucionar el futuro del venezolano que podría estar cuatro meses sin jugar.
